El cuadro confusional, puede surgir a cualquier edad, pero su incidencia, se suele incrementar progresivamente a partir de los 50-55 años. Hoy día se ha comprobado que el 10% de las personas mayores de 65 años hospitalizados a causa de una enfermedad médica, presentan "deliriurn" al ingreso y otro 10 -15% lo presentarán durante su estancia. En ancianos ingresados en residencias, esta cifra alcanza hasta el 50%.

Estamos ante un cuadro orgánico de aparición brusca, pero con curso fluctuante, siendo más pronunciado por la noche. Se caracteriza por la aparición concurrente de trastornos en distintos niveles:

Percepción: ilusiones, alucinaciones...
Memoria y atención.
Pensamiento.
Actividad psicomotora, agitación.
Alteraciones de la conducta y el lenguaje.

La duración del cuadro es de horas o días si se investiga y corrige la causa.

Factores predisponentes:

Envejecimíento del cerebro: Pérdida de neuronas y otros cambios.
Enfermedades orgánícas cerebrales: Demencias o tromboembolismos cerebrales.
Cambios por situaciones de estrés. Entorno familiar perturbado, aislamiento social, deprivación sensorial, trastornos del sueño y cualquier estado de duelo.

Factores desencadenantes:

Medicamentos: Por efectos secundarios o por supresión brusca.
Alteraciones metabólicas: Falta de oxígeno o circulación a nivel cerebral. Infecciones y fiebre.
Enfermedades endocrinas: Diabetes y enfermedades del tiroides.
Cirugía previa: Especialmente tras fractura de cadera.

Es muy importante conocer los anteriores factores para intentar evitar su efecto negativo sobre la salud del mayor. Del mismo modo, ante una persona mayor repentinamente confusa lo primero es reconocer realmente el cuadro, ya que a veces no es tan evidente, y lo segundo es intentar conocer los factores predisponentes y precipitantes lo más precozmente posible.