Apuntes geriátricos.
-Rich López R.-
En este pequeño artículo, queremos simplemente reflejar los síntomas que deben llamar la atención a familiares para ponerse en manos del experto geriatra, con la finalidad de paliar de algún modo el proceso que comienza a desencadenarse, o que como ocurre en la 2ª y 3er etapa de la tabla que acompañamos, es algo ya instalado y a tener muy en cuenta.
FASES ORIENTATIVAS DE UN PROCESO DEGENERATIVO EN LA PERSONA
ETAPA 1: La memoria comienza a fallar en el recuerdo de nombres de personas, citas y llamadas telefónicas. No sigue con facilidad una conversación. Se equivoca con mucha frecuencia a la hora de pagar sus compras.
En cuanto a su comportamiento, tiene cambios de humor rápidos y tajantes. Trata de aislarse.
En sus conversaciones le cuesta mucho encontrar la palabra que desea manifestar. Sus frases son cortas y mezcla ideas que no tienen que ver unas con otras.
Es capaz de vestirse sin problemas y come por su mano.
ETAPA 2: En ésta, el anciano presenta una alteración progresiva de la memoria reciente, puede estar continuamente preguntando ¿Cuándo comemos?. Recuerda hechos lejanos, pero no sabe situarlos correctamente en el tiempo.
Su comportamiento es desmesurado en reacción con respecto a las causas que le preocupan, presentando una cierta agresividad ante la insistencia de sus familiares. Así, a mayor dependencia mayor irritación. Deambula continuamente de un lugar a otro.
La comunicación con los que le rodean, se vuelve repetitivo. Pueden quedar frases sin terminar.
La coordinación motora es irregular, son frecuentes las caídas. Pueden aparecer temblores.
Con respecto a su arreglo personal, le da igual ponerse una cosa que otra ya que no le interesa el aspecto social o si hace frío o calor. En el baño no tiene muy claro cuándo secarse o cuándo enjabonarse.
No puede ya viajar sin estar acampañado de otra persona, se pierde con cierta facilidad. Los accidentes domésticos por olvido de gas encendido u otras situaciones, hacen peligrosa su falta de vigilancia.
ETAPA 3: Los sucesos acaecidos en tiempo lejano y reciente son olvidados. Comienza a no reconocer a sus seres queridos más cercanos: esposa e hijos, pero sí tiene conciencia muy clara de aquéllos que le cuidan y le quieren.
El humor en esta etapa es algo ya repentino y sorprendente, pasa fácilmente del llanto a la risa, de los gritos a la quietud. No comprende las explicaciones que se le ofrecen.
El lenguaje se vuelve balbuceante con repetición de sonidos o palabras sin sentido.
No controla sus movimientos, necesita ayuda para levantarse o caminar.
Los atragantamientos son muy frecuentes. El descontrol de esfínteres aparece de manera tenaz.
Prácticamente no se levanta de la cama, lo que conlleva una aparición de llagas. Todos estos factores apuntados, no deben ser tomados como algo fijo e inmutable, ya que como dice el axioma: "No existen enfermedades sino enfermos....... habrá que tener siempre presente lo antedicho como algo orientativo que nos puede ayudar a conocer mejor las etapas por las que las personas ancianas pueden entrar en el camino de la demencia.

Existe una premisa general indicadora de que los trastornos, alteraciones y desconciertos en las actividades instrumentales de la vida diaria del anciano, pueden presentarse con un amplio abanico de desencadenantes, entre otros: intoxicaciones medicamentosas, vasculares, carenciales, síquicas, etc., lo que hace difícil un claro diagnóstico por la similitud en sus síntomas.
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